Derrota de Bill Gates
El
miércoles pasado fui a una cita con la cardióloga que me atiende regularmente
por hipertensión. Me encontré con que no
me podía atender porque el sistema se había caído… o sea, quedé en la pura nada
de la consulta… Cuando suceden cosas como esas me viene a mientes este poema de
José Emilio Pacheco:
Derrota de Bill Gates
Después del gran calor y el brillo
intolerante del sol
la tormenta eléctrica,
la lluvia que no anunció su llegada.
Y el trueno inmenso, emperador de los aires,
hace que el mundo estalle en los conductores eléctricos,
borra la luz,
nos deja en las tinieblas incomputables
y nos vuelve por un instante
sombras de un mundo antiguo sin electrónica,
aprendices de espectro, aire en el aire.
la tormenta eléctrica,
la lluvia que no anunció su llegada.
Y el trueno inmenso, emperador de los aires,
hace que el mundo estalle en los conductores eléctricos,
borra la luz,
nos deja en las tinieblas incomputables
y nos vuelve por un instante
sombras de un mundo antiguo sin electrónica,
aprendices de espectro, aire en el aire.
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