Himno de simpática artesanía poética e imaginativa factura teológica. No sé de quién es. Se encuentra en las Laudes de la Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.
En la hora en que Cristo resucita,
clama Miguel, el poderoso príncipe:
"¿Quién como tú, mi Dios, Jesús humilde?
Al pecado de los hombres descendiste
y hoy el Padre te signa y te bendice."En la hora en que Cristo resucita,
clama Miguel, el poderoso príncipe:
"¿Quién como tú, mi Dios, Jesús humilde?
Al pecado de los hombres descendiste
y hoy el Padre te signa y te bendice."En la hora en que Cristo resucita,
dice Gabriel, el que anunció a María:
"¡Exulta, Iglesia, virgen afligida,
el Santo vencedor es tu Mesías!
nadie podrá dar muerte a tu alegría."En la hora en que Cristo resucita,
"¡Exulta, Iglesia, virgen afligida,
el Santo vencedor es tu Mesías!
nadie podrá dar muerte a tu alegría."En la hora en que Cristo resucita,
proclama Rafael, el peregrino:
"¡Glorificad conmigo a aquel que dijo:
Yo soy la luz del mundo y el camino!
¡Bendecidle, que el viaje está cumplido!"En la hora en que Cristo resucita,
"¡Glorificad conmigo a aquel que dijo:
Yo soy la luz del mundo y el camino!
¡Bendecidle, que el viaje está cumplido!"En la hora en que Cristo resucita,
se ha tendido la escala misteriosa
y el coro de los ángeles le adora:
"¡Somos, Señor, los siervos de tu gloria,
cielo y tierra cantemos tu victoria!"
y el coro de los ángeles le adora:
"¡Somos, Señor, los siervos de tu gloria,
cielo y tierra cantemos tu victoria!"
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